Agkistrodon russeolus / CANTIL YUCATECO
Clase: Reptilia
Familia: Viperidae
Distribución: Península de Yucatán
Tamaño: Hasta 1.20 m
Alimentación: Invertebrados
Reproducción: Vivípara
Amenazas: Cambio climático y exterminio
Los mitos son un común denominador cuando se habla de serpientes -especialmente venenosas- en Yucatán. No obstante, estas especies juegan un papel primordial en el equilibrio ecosistémico; e incluso su veneno puede llegar a ser la cura de alguna enfermedad. Tal es el caso de la Huolpoch, imprescindible reptil que puebla únicamente las lajas del sureste mexicano.
También conocida como Cantil Yucateco (Agkistrodon russeolus) o Huolpoch en lengua maya, se trata de una serpiente venenosa de importancia médica, es decir, una cuya mordedura puede llevar a una persona al hospital. Pertenece a la familia Viperidae, en la que también figuran la de cascabel, la nauyaca y otras especies ponzoñosas.
Es una serpiente de tamaño mediano que puede alcanzar 1.20 metros (m) de largo y suele ser robusta. Su coloración oscila entre un gris oscuro y tonos rojizos; y su patrón se compone de bandas transversales oscuras rodeadas por escamas blancuzcas.
“Su cuerpo es robusto y su cola muy delgada, por eso es que a veces la llaman cola de hueso. Esta cola le sirve para cazar a sus presas, ya que se enrolla durante el día, la levanta y la mueve como si fuera un gusano”, detalló Pedro Nahuat Cervera, biólogo especialista en reptiles y anfibios.
Lo anterior, explicó, es para que, si algún ave o lagartija lo ve (al presunto gusano), al acercarse para intentar comérselo, la serpiente la atacará y comerá. A esta característica para atraer a sus presas se le conoce como cebo caudal.
Estos ejemplares son endémicos de la península de Yucatán -es decir, solamente se distribuyen en esa área- y es común encontrarlos en su zona norte a razón del clima seco. Sin embargo, también pueden hallarse en áreas húmedas como Calakmul y parte de Tabasco.
En la península yucateca existen cinco especies cuya ponzoña es de importancia médica. De las 58 que hay, la nauyaca, nauyaca yucateca, cascabel, cantil yucateco y coralillo son las que entran en esta categoría.
“Hay otras que pueden tener veneno, pero se trata de uno ligero, generalmente una mordedura podría causar un envenenamiento local y dolor en el área de la mordida”, precisó Nahuat Cervera.
El cantil yucateco es una serpiente rara de ver, reconoce. Es un animal de hábitos terrestres y su coloración hace muy difícil la observación ya que se asemeja a los troncos de los árboles o la hojarasca. También puede trepar arbustos pequeños.
“Es raro, pero en zonas urbanas también se puede avistar una Huolpoch, especialmente en las casas que se ubican en la periferia de la capital yucateca, en frontera con la selva. Cholul, Conkal y Temozón son sitios en donde sería posible”, sostuvo el experto.
Mitos infundados
Como muchas especies de serpientes yucatecas, la Huolpoch está rodeada de mitos y creencias infundadas. Se comenta, abundó, que puede perseguir a las personas; saltar varios metros; y en algunas comunidades la conocen como béech-kaan.
“Esto porque la gente cree que puede silbar igual que la codorniz yucateca; y que cuando están cazando y escuchen a la codorniz, al seguirla, encontrarán a esta serpiente”, explicó.
Otro de los mitos que envuelven a la Huolpoch, continuó, es que “explota” para defenderse; y al hacerlo, suelta una sustancia verde que “pudre” la parte del cuerpo que toque.
Respecto a estas creencias, Nahuat Cervera aclaró: “No persigue, aunque sí es una especie ligeramente temperamental, es todo lo contrario. Siempre trata de huir”.
Sobre el supuesto “salto”, mencionó que no se trata de eso, sino que a veces, al tratarse de una serpiente fuerte, al lanzar la mordida, la inercia de la misma puede hacer que se desplace unos centímetros (cm).
“Obviamente las serpientes no tienen cuerdas bucales para generar algún sonido; y tampoco explotan. Con tenerles respeto y alejarse es más que suficiente”, subrayó.
Especie única
En cuanto a las amenazas, el biólogo Nahuat lamentó que la deforestación -como para cualquier anfibio o reptil- sea la mayor. Es un problema que calificó como grave, ya que destruye su hábitat y los pone en contacto con las personas.
“Otro problema es que esto mismo hace que la maten sin piedad, son muchísimas las ocasiones en que la vemos asesinada por las personas o atropelladas”, condenó.
El cambio climático también puede afectarle, especialmente el calentamiento global. También las especies invasoras como los gatos que suelen cazarlas.
“Es una especie única en el planeta y habita la península de Yucatán. De ahí viene -en gran medida- la importancia de su conservación”, sentenció.
Además, controla poblaciones de lagartijas y ratones de los que se alimenta; y es presa de animales como aves y otras especies de serpientes.
De igual manera, prosiguió, se ha visto que el veneno de las serpientes presenta propiedades medicinales. El de la Cantil Yucateca, reconoció Pedro Nahuat, apenas se está estudiando, pero podría, en un futuro, ser la cura de alguna enfermedad grave.
Como cada viernes, La Jornada Maya te invita a conocer la fauna endémica del sureste mexicano. Aquí te compartimos la colección que tenemos hasta el momento. ¡Disfrútala!